EL CAPITAL HUMANO.
Quizás el título de uno de los discos, “Crisis what crisis” de la mítica banda Supertramp haya sido el tema de debate más común durante los últimos tiempos.
Y si hablamos de crisis, no debemos olvidar que la palabra crisis significa “cambio”, y todo cambio ha de ser transformado en una oportunidad.
Las grandes crisis también sirven para “depurar” el ambiente, o lo que es lo mismo “limpiar” el entorno de malos competidores, los cuales, al canibalizar el producto (bajadas desesperadas de precios, despidos masivos de empleados con la consiguiente pérdida de calidad del servicio), arrastran a los buenos competidores a situaciones no buscadas.
¿Quién gana con todo esto? Muchos dirán que el cliente, por los precios bajos, pero no es así.
¿Qué cliente puede ganar por pagar menos y recibir un servicio mediocre o malo? La respuesta es sencilla: nadie.
Los valores más importantes de las compañías en tiempos turbulentos son su capital humano y sus estrategias a futuro. Los buenos empleados son los que marcarán la diferencia en la gestión diaria de los problemas con su talento y capacitación adquirida, y las buenas estrategias a futuro de algo tan delicado como es el precio son las que nos permitirán contar con ese colchón financiero que nos haga fuertes para atravesar este mal momento.