RSC, ¿UN CONCEPTO EMPRESARIAL?.
La responsabilidad social corporativa está despertando en los últimos años un enorme interés en el sector empresarial. Desde finales de los noventa han ido apareciendo diferentes iniciativas encaminadas a promover un comportamiento de las empresas más ético, sostenible y respetuoso con la sociedad y el medioambiente. La mayoría de estas recomendaciones, de carácter voluntario, pretenden animar al desarrollo de políticas y estrategias empresariales que incorporen estos criterios argumentando su necesidad desde diferentes puntos de vista: morales, económicos y sociales.
Pero ¿cómo conseguir que estas demandas sociales no se queden sólo en buenas intenciones y se traduzcan en buenas prácticas de gestión empresarial que beneficien a todos? ¿Cuál debe ser la contribución de los diferentes agentes sociales y de las instituciones en la promoción y gestión de aspectos ligados a la RSC? Resulta incuestionable el hecho de que las empresas deben de jugar un papel activo en la resolución de los retos que plantea alcanzar un desarrollo económico, social y ambiental más sostenible.
Sin embargo, para alcanzar este objetivo se requiere contar con la corresponsabilidad no sólo de las empresas sino también de los inversores, consumidores, administraciones públicas, sociedad civil y educadores.